El reciclaje de aguas residuales devuelve los microplásticos al suelo y al océano

Las tierras agrícolas de toda Europa se están convirtiendo en el mayor reservorio mundial de microplásticos debido a las altas concentraciones que se encuentran en los fertilizantes derivados de los lodos de depuradora, según demuestra una nueva investigación de la Universidad de Cardiff.

En lugar de eliminarse de las aguas residuales en las plantas de tratamiento, los microplásticos que originalmente se derramaron en el medio ambiente a partir de los neumáticos de los vehículos, los textiles sintéticos, las pinturas y los productos de cuidado personal están apareciendo nuevamente en las tierras de cultivo, en las profundidades del océano y en las cimas de las montañas más altas del mundo.

“Nuestra investigación cuestiona si los microplásticos se están eliminando de hecho en las plantas de tratamiento de aguas residuales o si se están desplazando efectivamente por el medio ambiente”, explicó el autor principal del estudio, James Lofty, estudiante investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Cardiff.

James Lofty, estudiante de investigación de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Cardiff, es el autor principal del estudio. (Foto cortesía de James Lofty a través de LinkedIn)

“Una clara falta de estrategia por parte de las compañías de agua para gestionar los microplásticos en los lodos de aguas residuales significa que estos contaminantes se transportan de regreso al suelo y eventualmente regresarán al medio ambiente acuático”, dijo Lofty.

Este retorno de los microplásticos a los suelos y las aguas es contrario a los objetivos de la Unión Europea para la gestión de los microplásticos. El 12 de mayo de 2021, la Comisión Europea adoptó el Plan de Acción de la UE, “Hacia una contaminación cero para el aire, el agua y el suelo”, un resultado clave del Pacto Verde Europeo. Establece el objetivo de reducir los microplásticos liberados al medio ambiente en un 30 por ciento para 2030.

Pero científicos de la Universidad de Cardiff, en colaboración con investigadores de la Universidad de Manchester, estimaron que entre 31 000 y 42 000 toneladas de microplásticos (hasta 710 billones de partículas microplásticas) se aplican a los suelos europeos cada año, lo que refleja la concentración de microplásticos que se encuentran en las aguas superficiales del océano.

En su estudio, publicado en la revista “Environmental Pollution”, el equipo estima que los microplásticos extraídos de las aguas residuales sin tratar en las plantas de tratamiento de aguas residuales constituyen aproximadamente el uno por ciento del peso de los lodos de aguas residuales, que se usan comúnmente como fertilizante en las granjas. a través de Europa.

Se demostró que el Reino Unido tiene potencialmente la mayor cantidad de contaminación por microplásticos en sus suelos, con 500 a 1,000 partículas de microplásticos por metro cuadrado de tierra agrícola aplicada por año, seguido de España, Portugal y Alemania.

Los lodos de depuradora se utilizan comúnmente en tierras agrícolas como una fuente sostenible y renovable de fertilizante en todos los países europeos, en parte debido a las directivas de la Unión Europea que promueven el desvío de los lodos de depuradora de los vertederos y la incineración hacia la producción de energía y la agricultura.

Los microplásticos esparcidos en las tierras de cultivo eventualmente serán transportados de regreso al curso de agua natural por medio de la escorrentía de aguas superficiales o la infiltración a las aguas subterráneas.

Con un tamaño de menos de cinco milímetros, los microplásticos representan una amenaza para la vida silvestre, ya que se ingieren fácilmente y pueden transportar contaminantes, productos químicos tóxicos y patógenos peligrosos, lo que podría afectar toda la cadena alimentaria.

Un tractor esparce fertilizante que contiene lodos de depuradora y los microplásticos que lo acompañan en un campo europeo (Fotografía cortesía de la Universidad de Cardiff)

En su estudio, el equipo tomó muestras de la planta de tratamiento de aguas residuales de Nash en Newport, Gales del Sur, que trata las aguas residuales combinadas de una población de 300.000 habitantes.

Su análisis reveló que la planta de tratamiento fue 100 por ciento efectiva en la eliminación de partículas microplásticas grandes de uno a cinco mm de tamaño de las aguas residuales entrantes que, de lo contrario, se liberarían en el medio ambiente acuático.

Se demostró que cada gramo de lodo de depuradora contiene hasta 24 partículas microplásticas, aproximadamente el uno por ciento de su peso.

Luego, estos datos se utilizaron para evaluar el impacto en toda Europa utilizando cifras de la Comisión Europea y Eurostat sobre el uso y la aplicación de lodos de depuradora como fertilizante en todo el continente.

Como los investigadores no analizaron los microplásticos que tenían menos de un milímetro de tamaño, es probable que las concentraciones generales sean mucho más altas que sus estimaciones.

“Nuestros resultados resaltan la magnitud del problema en los suelos europeos y sugieren que la práctica de esparcir lodos en tierras agrícolas podría convertirlos en uno de los mayores reservorios mundiales de contaminación por microplásticos”, advirtió Lofty.

“En la actualidad, no existe una legislación europea que limite o controle la entrada de microplásticos en los lodos de aguas residuales reciclados en función de las cargas y la toxicidad de la exposición a los microplásticos”, dijo.

“Se deben hacer esfuerzos para aumentar el monitoreo estandarizado de las concentraciones de microplásticos en los lodos de aguas residuales y los suelos agrícolas, lo que proporcionaría una imagen más precisa de los niveles de contaminación en los suelos de toda Europa”, aconsejó Lofty.